Después de haber reunido cinco de las piedras de los Kemono, Inari muestra una sonrisa maquiavélica y habla sobre monopolizar la comida. Se refiere a la conquista de los humanos por los Kemono, ella estando en la cima de la cadena alimenticia. La agencia de detectives adivina sus intenciones y Kabane y los demás se dirigen a la fábrica procesadora de carne humana de la empresa Ogre Ham. Sin embargo, cuando llegan, son testigos del desastre que provoca una pareja de zorros que llegaron al lugar antes que ellos.

¿Qué significará en verdad ser “una buena niña”, lo que una vez le inculcaron a una pequeña cachorrita de zorro?
Kabane, Shiki y Akira siguen entrenando en el espacio creado por el poder de Tarota, el padre de Iyo. Por otro lado, Nobimaru viene a ver a Inugami, le habla sobre el plan de los zorros de atacar Yashima y le pide que lo ayude a detenerlo. Sin embargo, antes de que puedan avisarles, unas crueles pero hermosas llamas comienzan a consumir el hogar de los tanukis.

Kabane y sus compañeros se trasladan a Kioto para investigar sobre el pasado de Inari y buscar a los zorros de la región. Ahí deciden verse con los miembros de Genji, una organización de la policía de Kioto que investiga a los kemono. Todos sus integrantes son humanos y si líder, Raiden, siente un odio especial hacia los tanuki. Hablan sobre un plan para infiltrarse en la guarida de los zorros de Kioto, pero los miembros de Genji proponen un enfrentamiento amistoso con el grupo de Kabane. ¿Los humanos y los kemono podrán llevarse bien?